SUPUESTOS ROBOS DE COCAÍNA
En el año 1998 el agente de Vigilancia Aduanera de Vigo (España) Eugenio Fontenla Vázquez puso en conocimiento de palabra a diversos superiores la información sobre supuestas desapariciones de cocaína en diversas aprehensiones. Las supuestas desapariciones ya partían al menos de 1993 y el cómputo de dichas cantidades se expresaba en toneladas de cocaína.
Uno de los superiores en prestar atención a dicha información fue ANTONIO NÚÑEZ SAAVEDRA oficial marítimo de Aduanas de La Coruña, quién a su vez trasladó la información a superiores de La Coruña (entre ellos al Coordinador Regional HERMELINO ALONSO EIRAS) y de Madrid.
En el año 2001 el agente Eugenio Fontenla Vázquez fue imputado en la operación del ABRENTE (en travesía con 6 ton. de cocaína - Febrero 2001). Ese mismo año también fue imputado Antonio Núñez Saavedra (este último con dos funcionarios más de Aduanas) en la operación del CHAD BAND (Noviembre 2001). Curiosamente, a finales de ese mismo año pedían excedencia los dos jefes adjuntos de Vigilancia Aduanera en Vigo, uno de ellos con vínculos personales con DAVID FERNÁNDEZ (asesinado junto con tres personas más el 1 de febrero de 1994 en Nigrán - Pontevedra).
Poco tiempo después de ser imputado Eugenio Fontenla Vázquez, el juez JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ TAÍN se enteró de esas supuestas irregularidades y por medio de terceras personas solicitó a Eugenio Fontenla si podía contar con él y abrir diligencias previas por blanqueo de dinero a funcionarios que pudiesen estar relacionados con dichos supuestos robos, ofreciéndole ser testigo protegido. Después de utilizar a Eugenio Fontenla en diversas comparecencias al poco tiempo cierra dicha investigación. Faltaba la firma del fiscal MARCELO AZCÁRRAGA URTEAGA en el trámite preparado por la Policía de figurar como testigo protegido. Como consecuencia de dicha utilización fraudulenta de su persona, Eugenio Fontenla denunció por dichos métodos al juez Taín ante la Fiscalía General del Estado quien trasladó dicha denuncia a la Fiscalía de Pontevedra (a la que pertenecía Marcelo Azcárraga) y a su vez independientemente (La Fiscalía General del Estado) abrió Diligencias Informativas sobre dichos supuestos robos enviando oficio a la Policía Nacional para que confirmara la credibilidad de dichas denuncias. La Policía respondió afirmativamente sobre la credibilidad de las denuncias. A pesar de lo cual poco después también sería archivada la denuncia por la Fiscalía General del Estado. Posteriormente Eugenio Fontenla denunció esta actuación (con otras mas) en la Fiscalía del Tribunal Supremo y de la que no obtuvo respuesta (al menos a él no le llegó notificación alguna). Hubo otras personas que también intentaron denunciar y sin éxito las prácticas que consideraban supuestamente delictivas del juez Taín.
Tanto Antonio Núñez como Eugenio Fontenla se libraron de esas graves imputaciones del 2001. Eugenio Fontenla se reincorporó a su puesto de trabajo en Febrero de 2003 y desde entonces sufrió una serie de acosos que desencadenaron en una nueva denuncia estaba vez en el Consejo General del Poder Judicial. Como consecuencia de dicha denuncia el Juez Taín se vio obligado a responder al Consejo General del Poder Judicial con hechos los cuales eran fácilmente demostrables para Eugenio Fontenla de su falsedad pero debería de ir al Tribunal Supremo para su demostración lo cual, para realizar el correspondiente recurso, implicaría un fuerte desembolso económico no asumible fácilmente.Si en esta época las autoridades suizas conociesen la existencia de las denuncias realizadas al juez Taín, muy posiblemente hubiesen paralizado la comisión rogatoria sobre el envío de las cuentas bancarias de Marcial Dorado protegidas por secreto bancario hasta aclarar que era lo que realmente estaba pasando.
En el último trimestre del año 2004 un tal José Manuel Sánchez Zabala suplantó su identidad y oficio haciéndose pasar como abogado del bufete Félix Pancorbo. Dicha trampa dirigida contra Eugenio Fontenla sería instigada (según sus convicciones) de una manera directa o indirecta por el juez Taín y Hermelino Alonso con el objetivo de comprobar grabaciones comprometedoras contra el juez Taín. Por lo que posteriormente Eugenio Fontenla procedió a realizar dos nuevas denuncias en órganos judiciales (una por acoso en un Juzgado de Vigo 2005 y otra por las circunstancias de la extraña aparición del supuesto abogado y sospecha de estar el juez Taín detrás de todo ello en el Consejo General del Poder Judicial 2006) y dando una información detallada (de la trampa) a un mando policial. Hubo también un intento de denuncia a un periódico nacional que por circunstancias desconocidas se interesó en un primer momento a pesar de carecer de detalles relevantes para posteriormente dar la callada por respuesta.
Años más tarde, el día 15 de Julio de 2009 compareció Eugenio Fontenla en la Audiencia Nacional como imputado por el juez Grande-Marlaska por los delitos de: integración en asociación ilícita, blanqueo de capitales, denuncia falsa, infidelidad en la custodia de documentos y cohecho. En dicha comparecencia Eugenio Fontenla declaró claramente no dedicarse a la venta de documentos públicos y que su fin único y exclusivo (con respecto a Sánchez Zabala) era realizar denuncia al juez Taín. (En dicha comparecencia salió el tema de las extorsiones pero sin exposición de pruebas).
Los documentos por los que se le acusa aparecieron en el domicilio de José Manuel Sánchez Zabala de Sevilla en fecha 31 de marzo de 2009. Casualmente después de que Antonio Núñez (a quién Eugenio Fontenla acompañaba en alguna denuncia) anunciara públicamente en la prensa a principios de marzo de 2009 que procedería a emprender acciones legales (entre otras) contra Hermelino Alonso por comisión de 10 perjurios en el desarrollo del juicio del Chad Band celebrado en la Audiencia Nacional en 2005 (donde fue absuelto Antonio Núñez).
Entre los documentos llama la atención diversos DUAS (documentos que se presentan en la Aduana indicando relación de mercancías del interesado con fines fiscales) correspondientes al periodo en el que Eugenio Fontenla permaneció en la Unidad de Análisis de Riesgo (Control de mercancías en contenedores) en el primer semestre de 1999. Eugenio Fontenla sospecha que tras un DUA (de los que precisamente él mismo consideraba como altamente sospechoso) se escuden Hermelino Alonso y el juez Taín por otros motivos. A nivel información de ayuda al narcotráfico su valor es 0. El resto de la documentación (partes de recorrido de vehículos) es extremadamente incompleta, atrasada e irrisoria para su venta ilícita, su único valor es el inculpatorio. E incluso aparece una relación de diversas personas en la que aparece su nombre de forma incorrecta Fontela en vez de Fontenla y tiene su sentido por haber otro compañero con ese apellido y ser frecuente la equivocación entre los propios compañeros. Eugenio Fontenla Vázquez no habría entregado ese listado con dicho error a alguien.
Además de las supuestas desapariciones de cocaína comunicadas a diversos superiores Eugenio Fontenla se quejó en diversas ocasiones de la manipulación y sustracción de documentación y otros efectos colocados sobre la mesa y dentro de los cajones de su despacho llegando a solicitar por escrito devolución de su calculadora personal.
Toda esta serie de acusaciones van acompañadas de una supuesta trama contra el juez Taín, que afectó también al Tte. Col. de la Guardia Civil JUAN MIGUEL CASTAÑEDA BECERRA conocido por su participación en la lucha contra el GAL.
El 17 de julio 2009 dos días mas tarde de la comparecencia en la Audiencia Nacional de Juan Miguel Castañeda y Eugenio Fontenla, declaraba en entrevista de La Voz de Galicia el Juez Taín: "Si conseguían que me detuviesen y me imputasen, entonces sí dejaban en entredicho mi trabajo y tenían más posibilidades de salir absueltos".
Actualmente a fecha de hoy 1 de febrero 2010 Eugenio Fontenla sigue con la imputación y a la espera de la acusación formal.